Hasta aquella fecha, las escorias de incineración de RSU se depositaban en un vertedero controlado. Se estudió con la empresa PROBISA, filial en España del grupo VINCI, que dispone en Francia de una amplia experiencia en el diseño y operación de plantas para la valorización y uso de estos materiales.
De esta colaboración se ha conseguido, durante estos años, valorizar al máximo las escorias del proceso de valorización energética y, por tanto, evitar en su totalidad el uso del vertedero para estos materiales; a la vez que ha tenido un notorio y positivo efecto económico al pasar de ser un gasto a convertirse en un ingreso, buen ejemplo de la economía circular.
Esta gestión da cumplimiento a la Orden de 15 de febrero de 1996 sobre valorización de escorias, del Departamento de Medio Ambiente de la Generalidad de Cataluña.