La instalación se ha complementado con la formación básica al personal para aprender el funcionamiento básico del aparato. La empresa especializada, que colabora con los bomberos de Parque Químico Norte -con quien SIRUSA tiene un convenio de servicios-, impartió un curso teórico y práctico de siete horas sobre el resucitar cardiopulmonar con desfibrilación externo automático. En el futuro está prevista la formación específica a los puestos de trabajo continuado, de 24 horas y 365 días en SIRUSA, para poder cubrir cualquier emergencia de este tipo.
En caso de parada cardiorrespiratoria el tiempo de reacción es fundamental. Las opciones de supervivencia de la víctima disminuyen un 10% cada minuto que pasa sin recibir la asistencia adecuada; por eso es tan importante tener un desfibrilador externo cerca. La principal característica de estos desfibriladores es su facilidad de uso en situaciones de estrés, para que cualquiera pueda dar esta primera asistencia tan vital.
Los espacios cardioprotegidos son aquellos que disponen de desfibriladores externos automáticos, de fácil acceso para los primeros intervinientes, para conseguir la desfibrilación con la máxima rapidez después de que se haya producido un paro cardíaco, que puede ocurrir a cualquier persona, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Un desfibrilador automático puede ser utilizado por personal no sanitario con una formación mínima. El Decreto 151/2012 de la Generalitat de Catalunya, establece la obligación de contar con un dispositivo DEA y de personal cualificado para utilizarlo en diferentes tipos de instalaciones, públicas o privadas.