El día 1 de abril, tras haber pasado el trámite de exposición pública, se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) el Plan Estratégico, de 2018 hasta 2024, de la MANCOMUNIDAD, que se aprobó inicialmente el 15 de noviembre de 2018 por la Junta de la Mancomunidad de Incineración de los Residuos Urbanos del Campo de Tarragona (*).

La ejecución de todas las acciones previstas supondrá una inversión de unos 75 millones de Euros, con el fin de adecuar la planta a los futuros requerimientos tecnológicos, ambientales y de mejora de la eficiencia energética que prepara la Unión Europea en la nueva Directiva de obligado cumplimiento sobre las BREF (mejor tecnología disponible).

En el año 2016 se empezó a gestar el enfoque del futuro, con el objetivo de mejorar la eficiencia energética. La planta, que ya lleva 27 años en funcionamiento, tiene un excelente nivel de operación gracias a una plantilla profesional que ha mantenido las instalaciones en un nivel óptimo: la disponibilidad de la planta en 2018 fue del 90,40% (es decir, de las 8.760 horas del año en funcionó 7.919, sólo parada por los trabajos de mantenimiento).

El Plan Estratégico incluye el Plan Director Técnico, donde se detallan las acciones a llevar a cabo para renovar la planta y adecuarla a las nuevas necesidades. También hay un Plan Director de Recursos Humanos para adecuar el equipo a la que será la nueva realidad, y un Plan de viabilidad económica que prevé las acciones para la financiación de las inversiones y los cambios que habrá que llevar a cabo.

Este Plan Estratégico se alinea con los objetivos de una sociedad smart y los principios de la economía circular, así como las futuras directivas de la UE, que son cada vez más exigentes.

De alguna manera este Plan supone una refundación de la MANCOMUNIDAD y de SIRUSA, ya que se adecua la arquitectura administrativa para hacer frente a los cambios y el funcionamiento de los próximos 25 años.

(*) La Mancomunidad de Residuos del Campo de Tarragona está formada actualmente por los ayuntamientos de Cambrils, Constantí, La Canonja, Reus, Salou, Tarragona, Valls, y Vila-seca. Se constituyó en 1987 con el fin de dar respuesta conjunta a la gestión de los residuos sólidos urbanos de estos municipios.