La estrategia científica se orientó a encargar trabajos que pudieran servir para documentar las preocupaciones del entorno por el impacto de la actividad, y así tomar decisiones y realizar las mejores acciones. A la vez, también se trabaja con criterios de innovación tecnológica, con tal de encontrar constantemente posibilidades de mejora en los complejos procesos técnicos de la planta (combustión, producción de electricidad, depuración de gases).

La investigación científica la realizan organismos independientes, como son las universidades del país (la de Barcelona, la Politècnica de Catalunya, o la Rovira i Virgili de Tarragona), centros oficiales de reconocido nivel científico (como el Institut de Modelització Ambiental de la UPC y el Consell Superior de Investigacions Científiques), y también laboratorios especializados en análisis de contaminantes (como ECA, ICICT y AMBIO).

Des de su fundación, SIRUSA ha colaborado en diferentes programas de investigación científica sobre la actividad de su sector, algunos aún activos. Estas son las universidades participantes y los proyectos realizados:

• 1994-2003: Universitat de Barcelona. Departamento de Ingeniería Química y Metalúrgica. Estudios para el aprovechamiento de las escorias como material de uso civil (inertización y lavado de las cenizas volantes).
• 1995-2003: Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Departamento de Toxicología y Salud Medioambiental. Como repercuten en el entorno las emisiones de metales pesados, dioxinas y furanos.
• 1997: Universitat Politècnica de Catalunya. Estudio del impacto de las emisiones de HCI sobre el entorno según el modelo de dispersión.
• 1997-1999: Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Servicio de Tecnología Química. Impacto de la emisión de HCI sobre el entorno (inmisión).
• 1998-1999: Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. Análisis del Ciclo de la Vida, aplicado a la energía generada.
• 1999-2000: Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Balanzas de las dioxinas y los furanos en la planta.

Todas estas características han hecho que Sirusa sea referente para países como China, Méjico o Argentina, que han tomado como modelo de gestión a esta planta y la han visitado para conocer a fondo su funcionamiento, y el valor añadido de la contribución a la comunidad, tanto en la educación ambiental como en la contribución a la investigación científica y la transparencia informativa.